No estamos para irnos de copas

Cada vez que jugamos partido de copa en esta ciudad, se oye de boca de alguno de nuestros jugadores, o entrenador, la misma frase, demasiado manida ya, que dice algo así: “El Real Zaragoza es un equipo con mucha historia copera, y aquí la copa siempre es importante, se respeta y se compite”. Por ahí suelen ir las declaraciones , cada rueda de prensa previa a un partido copero, pero la realidad es que, en la actualidad, la Copa del Rey, nos interesa poco o más bien nada.

Una copa especialmente preparada para los grandes equipos de España, véase Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid y el invitado especial, que suele variar cada año, según los rendimientos de los equipos. Por ahí aparecen el Athletic de Bilbao, la Real Sociedad…el Osasuna… en definitiva, el que hace una buena temporada tiene premio con la actual “Supercopa” en tierras árabes, y les da una posición privilegiada para acceder a la fase final de esta “Copa del Rey”

Se ha instalado ya, la idea de que para cualquier equipo de Segunda División, es un premio gordo que te visite un equipo de Primera División en ronda copera. Aquí no. En Zaragoza se espera a los grandes, para ganarles, no para servirles de entrenamiento, para llenar las arcas del Club o para jugar una eliminatoria con el equipo “B”. Y esto es lo que ocurrió ayer. Pero ayer no vino al Ibercaja Estadio ningún equipo de Primera división,  vino el Burgos, un equipo de nuestra misma categoría.

Con estas premisas, comenzaba ayer un partido en nuestro estadio, con media entrada, debido a unos horarios y un clima adversos totales. Y encima retransmitido en TV. Enhorabuena a todos esos valientes que acudieron ayer a alentar a los nuestros. Son los verdaderos héroes.

Porque ayer el partido del Real Zaragoza fue malo, podíamos decir que fue soso, indolente y porqué no decirlo,  aburrido, muy aburrido.

Rubén Sellés cambió todo el once, de arriba a abajo. Un once que por primera vez en mucho tiempo se ha estabilizado, un once que casi podemos adivinar cada fin de semana en la competición liguera. Se agradece saber que tenemos un plan A muy claro. Pero ayer se vio que el equipo o el plan B , no está todavía engrasado.

No destacó el Real Zaragoza como bloque, y tampoco de forma individual. Sólo el joven central Gomes y el ayer capitán Toni Moya ,el “más titular” del once , estuvieron a la altura del partido que ayer se jugó en el “modular” de Zaragoza.

El resto , volvió a perder una buena oportunidad para decirle al entrenador, “aquí estoy míster, cuenta conmigo”.

El partido, sin historia. En la primera parte un solo acercamiento peligroso de cada equipo. Para el Burgos, un balón de falta que tras una dejada de cabeza, intenta rematar Mollejo en área pequeña, y que desbarató bien Adrián saliendo valiente. Volvía el jugador manchego a Zaragoza que , por suerte, estuvo a la altura del partido, apagado.  El Zaragoza por su parte tuvo su  mejor ocasión en una jugada trenzada en banda derecha entre Sebastián, Pinilla y Cuenca que finalmente remató Sinan Bakis. No hubo más en los primeros 45 minutos. Nada más.

La banda derecha del Zaragoza con Sebastián y Cuenca, fue la más activa en ataque, pero con poca precisión, y mucha precipitación. Por contra, también fue la zona por la que más sufrió el conjunto maño. Sebastián, tuvo una nueva oportunidad, pero al canterano se le vio impreciso, e incluso a veces nervioso y superado. De nuevo se cargó muy pronto con una amarilla innecesaria, tras un mal control de balón.

Por la izquierda apenas se sufrió, pero tampoco se atacó. Tasende se cansó de hacer kilómetros. No le faltan ganas y parece que es de los pocos que intenta asomar la cabeza para participar en los partidos ligueros, pero la mayoría de sus pases o disparos no estuvieron acertados. Lo mismo pasó con Pau Sans, en su enésima oportunidad de demostrar ese talento que todos atisbamos, pero que cuesta ver de forma continuada. Desaparecido ayer el canterano, que no consiguió conectar con sus compañeros, y tampoco escaparse en alguna de sus clásicas acciones individuales.

Otro jugador al que apetecía ver ayer era Hugo Pinilla. El canterano, al que se le atisba calidad técnica y buen trato de balón, se movió por todo el frente del ataque del Zaragoza sin crear apenas daño directo en la cobertura rival. Se le notó con ganas, se le notó activo, en ocasiones, movió al equipo de lado a lado, pero también se le notó que le faltan partidos todavía en la categoría. Yo insistiría con el chico, al igual que se ha insistido con otros canteranos o jugadores de fuera. Todos son jugadores de nuestro Real Zaragoza, independientemente de su procedencia. No lo olvidemos. Porque lo que es cierto es que Hugo tiene algo cuando lleva el balón en los pies. Pero hay que ver hasta dónde llega con ese “algo” . Insisto démosle tiempo, minutos y partidos.

Volvía también al once, después de cumplir su sanción, y de vivir su vuelta en el partido liguero contra el Leganés sin minutos, Paul Akouokou, que volvió a sembrar dudas. Un jugador al que se le presupone un primer nivel europeo y que debería destacar entre los 22 jugadores que ayer se emplazaron en el verde de Ibercaja estadio. No fue así. Ayer el único centrocampista que quiso construir, que quiso manejar y que pudo filtrar buenos pases para sus compañeros fue Toni Moya. Paul ni construyó ni destruyó e incluso se le vio bastante impreciso en momentos importantes del choque. Necesitamos que dé su mejor versión.

Arriba apareció de nuevo la figura de Sinan Bakis, el renacido de Sellés, que apenas tuvo ocasión de rematar a puerta. El disparo repelido por la defensa en la jugada que antes mencionábamos, llevada por Sebastián, Pinilla y Cuenca, fue lo único reseñable del delantero, que tampoco se desgastó, ni presionó mucho la salida de los centrales, aun con su nuevo y mejorado estado físico. Solo aparecía para recibir de espaldas, en zonas muy alejadas de donde realmente puede hacer daño. Se necesita mucho más para jugar en este Real Zaragoza de Sellés.

Volviendo al partido, comenzó la segunda parte con un aviso del Burgos, que se coló , con una buena pared, dentro del área del Zaragoza en el primer minuto del reinicio. Parecía que se iba a animar el partido , pero nada más lejos de la realidad.

Tras un buen balón filtrado de Moya a Pinilla, que no estuvo resolutivo, y que fue el primer acercamiento peligroso del Real Zaragoza en la segunda parte, llegó la mejor ocasión del conjunto blanquillo. Una falta bien ejecutada por Tasende en el minuto 64, que hizo volar a la escuadra al portero visitante Chus Ruiz. El portero catalán realizó una estirada, como se suelen llamar, de foto.

Hasta el minuto 90 nada más reseñable, excepto un tiro al palo largo de Valery, que había entrado con el carrusel de cambios pertinente de cada equipo,  y que no cogió la curva suficiente para dirigirse a portería rival.

Lo mejor del partido, que en el fútbol suelen ser las ocasiones, lo guardaron para el final, para la prórroga. Sin excesos, apenas dos remates de córner del Zaragoza, y un par de tiros desviados. El último de Pau Sans, lo más cerca del gol que estuvo el conjunto maño. Los acercamientos del Burgos fueron más claros, el primero en el minuto 97 con una buena dejada de cabeza que no encontró rematador, y en el 103, con un mano a mano de Ethan que atajó Adrián, para intentar dar vida al Zaragoza y citarse en la tanda de penaltis. 

Una tanda de penaltis que se encargó de volatilizar Mario Cantero en el minuto 115, que se plantó sólo delante de Adrián, y al que batió con una delicada vaselina. Se protestó mucho el gol burgalés, ya que en el inicio de la jugada Saidu, que había salido en la prórroga, se torció solo el tobillo, en una imagen que paró por un instante los corazones zaragocistas, y puede que hasta a algún jugador en el campo. Al final se quedó en un susto, y afortunadamente la lesión parece que no será muy grave, pero el gol, subió al marcador.

Los jugadores del Real Zaragoza protestaron al árbitro, al considerar que debía haber parado el partido, como había hecho hasta al menos en dos ocasiones , por lesiones de jugadores del equipo rival.

Con ese “cabreo” y con ese último disparo que antes nombrábamos de Pau Sans acabó la participación del Real Zaragoza en la Copa del Rey 2025/2026. 

Una copa del Rey hecha por y para los grandes, y a la que, por mucho que nos duela, no podemos aspirar desde hace años. Dejémonos de hacernos daño diciendo que “nos tomamos la copa en serio”, porque decir eso es, con todos mis respetos, faltar a la verdad. El verdadero objetivo de nuestro actual Real Zaragoza es hoy en día, conseguir la permanencia en la Liga Hypermotion. Tan duro y crudo como suena.

Pero estamos en el camino, y este “partido copero” no puede desviar el verdadero y real foco que tenemos delante, que es peligroso y difícil.

Pero estamos en nuestro mejor momento liguero, y el lunes en Málaga tenemos que seguir sumando. Sumando puntos, sumando juego y porque no, sumando algún jugador para la causa. Seguimos con moral en ascenso, con la confianza de estas tres últimas victorias y con la sensación de que ahora sí somos peligrosos. Pero todo eso debemos demostrarlo en el campo. El lunes es nuestra verdadera Copa. 

Aupa Real Zaragoza!