
EL REAL ZARAGOZA ENCUENTRA EL CAMINO DE LA VICTORIA
El Real Zaragoza venció 0-1 al C.D. Mirandés, en Mendizorroza, en un partido en el que los cambios de rumbo en las decisiones de Gabi y el desempeño de los jugadores mostraron un camino en el fútbol del equipo en el que convendría insistir y seguir trabajando para consolidar un plan fiable en lo sucesivo.
Todos los focos apuntaban a Gabi Fernández en la previa de un partido que era un claro match ball para el técnico madrileño del Real Zaragoza.
Todos los dedos señalaban al entrenador como responsable y culpable absoluto del 3 de 18 del arranque del conjunto maño.
7 cambios en el once respecto al partido en Ceuta y un cambio de dibujo (4-1-4-1), que presumía más gente por dentro y mejor ocupación de los espacios, era la carta de presentación del Real Zaragoza en Medizorroza para medirse a un rival, que demostraría durante el partido, que en esta temporada peleará, aparentemente, por objetivos radicalmente distintos a los de la temporada pasada.
La parroquia zaragocista puso el grito en el cielo cuando el primer nombre que vio en la alineación de Gabi fue el de Esteban Andrada. Del mismo modo que Juan Sebastián todavía está preguntándose qué ha hecho mal para perder su posición en el lateral derecho, Adrián Rodríguez tardará en entender por qué ha perdido su lugar en la portería del Real Zaragoza. Por rendimiento en el campo no será. Y ese es el único motivo que debería imperar en las decisiones de fútbol.
El arquero argentino no tuvo demasiado trabajo pero el que tuvo lo resolvió bien. Se intuye en Andrada un guardameta de jerarquía y seguro. La portería del Real Zaragoza no debería ser un problema esta temporada si la gestión deportiva es adecuada. Los entrenadores deben tomar decisiones y parece que Gabi ya ha tomado la suya en la portería.
Otra de las buenas noticias de la noche estuvo en la defensa zaragocista. Tachi debutó en partido oficial con el Real Zaragoza y el central mostró un rendimiento notable formando pareja con un Pablo Insúa que sigue evidenciando regularidad en su rendimiento, conocimiento del oficio y jerarquía. Esta pareja de centrales debería ser parte de la columna vertebral del equipo.
En el lateral izquierdo destacamos y alzamos la voz para destacar el crecimiento silencioso de Carlos Pomares. El lateral sigue mejorando su rendimiento individual, seguro y riguroso en defensa y sumándose e incorporándose al ataque cuando procede.
En el lateral derecho volvió a salir de la partida Francho Serrano. Su partido fue correcto pero se necesita más en esa zona del campo. Un conocedor del oficio que tenga interiorizado qué hacer y cómo hacer, tanto en labores ofensivas como en despeño defensivo. Ayer, el capitán del Real Zaragoza fue tímido hasta que el partido fue desgastándose en lo físico y el Mirandés necesitó ir más arriba en busca del empate.
En el centro del campo es donde el Real Zaragoza fraguó el cambio que mostró el equipo. Desde el arranque del partido se vio una mejor ocupación de los espacios con el cambio de dibujo, una mayor claridad para poseer el balón y fiabilidad para encontrar al hombre libre por dentro para, finalmente, encontrar a los hombres de banda, Sebas Moyano y Marcos Cuenca, para ser verticales, efectivos y productivos por fuera.
Ninguno de los tres centrocampistas utilizados ayer en el arranque fueron determinantes en lo individual, quizás Paul Akouokou el más destacado, pero la presencia y suma de los 3 en las zonas adecuadas fue la clave para ver un Real Zaragoza que ayer sí dio la sensación de ser un equipo trabajado, sólido y que gobernó ,a su manera, el partido en, prácticamente, su totalidad.
Tras un comienzo de partido de alternancia de pocas cosas en ambos equipos, el Real Zaragoza se empezó a imponer y a convertirse en dominador del partido.
Poseer balón y atraer por dentro para terminar atacando por fuera fue el plan.
Muy destacable el nombre de Marcos Cuenca. En primer lugar por lo “rocambolesco” que parece la decisión de Gabi dar la titularidad en “el día del juicio final” del entrenador a un jugador al que se le buscó salida desde el inicio del mercado al final. Pero destacable, principalmente, por el rendimiento mostrado por el canterano zaragocista. Vertical, intenso y ganador de duelos por banda derecha, evidenciando que lo natural es poner a extremos de pierna natural cuando quieres atacar por fuera.
Cuenca encaró, dribló, centró en incluso remató de cabeza desviado en lo que pudo suponer el 0-1.
En el minuto 27’ llegaría el gol que supondría la primera victoria zaragocista. Marcos Cuenca arranca hacia adentro y filtró un excelente balón que fue interceptado por un rival de forma insuficiente, quedando el balón en los pies de Sebas Moyano que condujo y se perfiló para golpear de forma violenta e introducir el balón en la portería defendida por Nikić que nada pudo hacer para evitar que el 0-1 se instalara en el marcador.
Sebas Moyano en esa acción fue lo que se le venía pidiendo. Eficaz, resolutivo y productivo.
Al Real Zaragoza le sentó bien el gol y se vio, hasta el final de la primera parte, un equipo con confianza que empezó a soltarse y que, probablemente, mereció hacer el segundo gol antes de enfilar el camino hacia los vestuarios. Pero el 0-1 fue el marcador con el que se llegó al descanso.
La segunda parte arrancó como transcurrió el primer acto. Un Real Zaragoza dominador con balón, sólido y bien posicionado en lo táctico en los ataques posicional de un CD Mirandés incapaz de generar algo de fútbol.
Paulino sustituyó a un tocado y exhausto Marcos Cuenca que cuajó un gran partido. El cambio restó verticalidad y sumó presencia y seguridad con balón.
El CD Mirandés necesitaba tener más presencia atacante y Fran Justo, míster del equipo jabato, movió el banquillo y ajustó correcciones para inquietar a un Real Zaragoza que, a medida que pasaban los minutos, le podía pesar el miedo a ganar y la falta de costumbre del sabor de las victorias.
Gabi hizo un triple cambio en el minuto 83’ para sostener lo obtenido hasta ese momento, dando entrada a Bazdar por un Dani Gómez que, incluso sin gol y sin grandes ocasiones para hacerlo, estuvo sobresaliente en todo lo demás, que no es poco. Keidi Bare entró para dar aire y experiencia al centro del campo y Dani Tasende dobló lateral en el costado izquierdo.
Un balón al larguero, un remate de Alberto Marí tras una serie de rechaces dentro del área pusieron el miedo y acongojo de los zaragocistas desplazados a Vitoria y sufridores tras el televisor.
Pitido final. 3 puntos y primera victoria en el curso para un Real Zaragoza que cambió el plan para encontrar un camino mejor.
Gabi, en la previa, afirmaba que sólo quería ganar. Pero lo cierto es que se trae más cosas que los 3 puntos. Muchas buenas noticias y, esta vez sí, buenas sensaciones en el fútbol y propuesta del equipo.
Y hablando de sensaciones, los zaragocistas vuelven a disfrutar de la sensación de ganar. Mención especial para todos los zaragocistas que, sin ninguna duda, son los capitanes del barco.


*Puntuaciones de 0 a 3 puntos
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