
UN EQUIPO SIMPLÓN Y SIN PLAN
Se encontraban en el Alfonso Murube de Ceuta dos equipos, el local y el Real Zaragoza, con tan solo un punto de diferencia en la clasificación y con muchas diferencias, como equipo, en su concepto.
La Asociación Deportiva Ceuta, un equipo recién ascendido que viene con esa energía positiva esa fuerza, esa valentía que te da haber cosechado éxitos la temporada anterior y sobre todo esa ilusión de seguir haciendo las cosas bien, haciendo las cosas en las que creen, las cosas que les funcionaron.
Por otro lado el Real Zaragoza, un equipo a la deriva, sin rumbo por la segunda división durante ya más de una década y que, lamentablemente a día de hoy podemos decir e indicar que esta temporada no pinta distinta a las últimas que vivimos en la vieja Romareda
Se presentaba Gabi en Ceuta sin Guti ni Soberón y con un once que desvelaba muchas de las incógnitas que el aficionado tenía durante esta semana. La pareja de mediocentros, los centrales, los laterales, y la utilización otra vez o no, de dos puntas puros como Kodro y Gómez. Fue esto último lo único que Gabi no tocó junto a sus ya conocidas bandas con Paulino y Sebas Moyano. Sebastián y Tasende volvían a los laterales e Insua se caía del once de forma sorpresiva, en favor de Radovanovic que formó junto a Saidu. Keidi Bare acompañó a Paul Akoukou en el centro del campo.
Al inicio del partido, Nayim, leyenda del Real Zaragoza y actual Director del fútbol base del equipo ceutí, hizo el saque de honor ante el aplauso de todos los asistentes al estadio y de parte de ambos equipos.
El partido empezó sin dominio para ninguno de los dos equipos, siendo el Ceuta el que más quería acercarse a la portería de Adrián. El meta cedido por el Deportivo Alavés está siendo una de las pocas figuras destacables de este inicio de temporada.
En el minuto 14, Adrián tuvo que sacar una mano prodigiosa abajo, a un duro remate de Zalazar en el corazón del área, tras una jugada, de tantas hoy, de Kone por la banda izquierda. Tras la parada del portero zaragocista, el posterior remate de Almenara chocó violentamente contra el larguero y mandó el balón por encima de la portería. Era el primer aviso del equipo ceutí.
El zaragoza apenas tenía el balón, y sus únicos acercamientos se basaban en intentos individuales de Sebas Moyano y Dani Gómez.
El centro del campo, con Paul y Keidi, que volvía al once y estrenaba capitanía en esta 25/26, no tenía presencia en campo rival y el equipo se fue viniendo cada vez más atrás.
El Ceuta hacía daño por la banda izquierda, con Kone, que le ganó la partida en repetidas ocasiones a un desconocido Sebastián. Al canterano no le sentó bien el parón contra el Albacete y se le vio superado una y otra vez. En el minuto 16 ya estaba amonestado.
Dos oportunidades tuvo seguidas el Ceuta en cuestión de minutos. La primera en un córner sacado en corto, y puesto al segundo palo, en el que intentó el remate Mateos y en el que se pidió posible penalty de Paul al entrar junto a otro jugador ceutí a la vez en un balón dividido. La segunda , un remate de un omnipresente Kone que detuvo bien Adrián.
La primera ocasión para el Real Zaragoza llegó en el minuto 28. Dani Gómez, en una jugada individual, regateó hasta dos jugadores para plantarse en la frontal del área grande y ser derribado al límite de la misma.
La falta era peligrosa y el disparo centrado y alto lo ejecutó Moyano, cinco minutos más tarde de haberse señalado, tras un parón por una urgencia médica en la grada
El fútbol no apareció por parte de los zaragozanos, dos pelotazos de Adrián y Saidou hacia Kodro eran lo más reseñable en los últimos minutos de la primera parte. Mientras Kone seguía haciendo daño en la parte derecha de la zaga aragonesa.
Una vez llegó, en esta primera parte el Real Zaragoza, hilvanando varios pases consecutivos. Fue en el minuto 45, una jugada en la que participaron Sebas Moyano, y Tasende, que puso un centro duro, Kodro controló un balón difícil y dejó de cara para que Keidi Bare disparase cruzado desde la frontal. Fue la más clara de la primera parte, y de las más claras del partido para el Real Zaragoza.
Con eso, y con la sensación de que el Ceuta había estado más presente y con más “hechuras” en el partido, nos fuimos al descanso.
Tras el descanso el Real Zaragoza parecía que salía más enchufado y tuvo un par de buenas llegadas por banda izquierda con pases verticales de Keidi Bare y de Sebas Moyano hacia Dani Gómez que, como otros días, estuvo participativo pero poco preciso.
En el minuto 53, llegó la ocasión más clara de la segunda parte. Un disparo de Moyano al palo largo es atajado por Guille Vallejo, que hizo un paradón al jugador blanquillo. El rechace le llegó a Paulino que mandó el balón por encima de la portería ceutí.
El Real Zaragoza se quería acercar pero no sabía cómo, porque no había plan en el centro del campo. No dominaba. Francho, que había sustituido a Sebastián, tampoco aportó nada desde la línea defensiva y en el minuto 58, Kone avisaba en una jugada personal en la que intentó regatear a Adrián pero el portero del Real Zaragoza reaccionó y supo aguantar al jugador ceutí, en fuera de juego, a la postre.
Antes de ser sustituido, en el 64, Dani Gómez tiene un par de llegadas. En la primera, conduce en exceso y se la juega sólo, sin ver a Kodro que le ayudaba en el costado contrario. Yen la segunda, no llega por poco, ante la salida del portero local. Esta última jugada fue anulada por fuera de juego.
Hizo Gabi cambio doble en el 64. Dani y Kodro, sus dos delanteros, dejaban su sitio a Bazdar y Pau Sans, dos mediapuntas.
Ni el internacional bosnio, ni el jugador zaragozano, son delanteros centros de referencia, y prefieren jugar, ambos, por detrás de un delantero. Y, aunque dejaron detalles, se les notó en exceso que no es su posición.
En el minuto 66 llegó el único gol del partido, obra de Marcos. De nuevo, una jugada por la banda izquierda en la que Kone filtró un balón para Matos, Saidu no estuvo efectivo en el corte y el rebote le cayó a Marcos, que desde la frontal y ante la mirada de Radovanovic, situado a tres metros de él, fusiló a Adrián que nada pudo hacer.
Y ahí terminó el partido. Al menos para el Real Zaragoza, ya que Gabi no supo cómo contrarrestar el gol local.
Se llegó al parón de la hidratación en el minuto 75. Moya entró por Keidi, que sigue sin aparecer por Zaragoza, y el partido empezó a hacerse lento y a pararse. Un choque de Tasende con Anuar, una falta de Bazdar en banda, agarrones entre jugadores, y entre todo esto una sola ocasión. La de Pau Sans que controló de forma espléndida un mal centro de Toni Moya y disparó a puerta haciendo intervenir al meta ceutí, que despejó sin problemas.
El Real Zaragoza no estaba teniendo fluidez. No estaba teniendo ideas, le costaba horrores hacer buenas circulaciones, con jugadores fuera de zona, y ni un solo atisbo de mejora a sus anteriores apariciones. De hecho, fue peor. Y empeorar esto, ya es difícil.
Un lanzamiento de falta de Tasende provocada por Bazdar cerca de la frontal del área, fue la última oportunidad zaragocista. Pero el balón lo repelió la barrera.
Así se llegó al final de una triste jornada más para un Real Zaragoza sin juego, sin entusiasmo, sin ilusión, sin fútbol…que deja a su entrenador, Gabi, sin excusas, sin tiempo, sin aliento, y otra vez, sin puntos… y van 3 en 6 jornadas.
Esto es fútbol. Poco que decir, mucho que trabajar. Poco que hablar, mucho por hacer… muchísimo, con o sin Gabi…


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